Soy Escritor

En determinado momento de mi vida, ya habiendo tenido buen tiempo creando y escribiendo historias de diversos tipos, pensé que la inspiración era una de las cosas más difíciles de encontrar en éste mundo.
Dejé de lado los escritos varios, los proyectos trazados, y me enfoqué en hallar esa idea perfecta, esa idea que marcara la historia cumbre de mi vida. No obstante, la inspiración que debía materializar esa idea jamás arribó.
Fue entonces que, como una luz divina, llegó a mí la verdad de mi profesión. No es la inspiración lo que hace al escritor, sino la perseverancia. Cuando forjamos una obra, ésta se alimenta de un 1% de inspiración y un 99% de perseverancia.
No es cuestión de sentarse en el columpio de un parque, y mirar a las aves picotear entre los hierbas en busca de alimentos, esperando que ese paisaje atraiga ese cúmulo de inspiración que tanto creemos necesitar. Es utilizar ese tiempo para sujetar el lápiz, ubicarse frente al papel, y escribir.
La inspiración es importante en la vida, pero para mí, es sólo un grano de arena.